Por
Mariano Simón Torres
Catedrático
de Edafología y Química Agrícola
Extraído de la revista NovaCiencia
Adaptado por Marcos Diéguez
Adaptado por Marcos Diéguez
En
1748 las sierras almerienses estaban cubiertas de once millones de
árboles como encinas, robles, pinos y madroños. La
aridez del terreno, unida a una deforestación salvaje que tuvo su
punto más trágico en pleno auge de la minería,
provocó que se llegaran a subastar hasta las raíces de las encinas
como combustible. El cambio climático amenaza ahora con terminar de
convertirnos en un desierto.
(...)
hasta hace aproximadamente 70.000 años, el clima de la
Península Ibérica era, (...) más húmedo que el actual (de tipo
subtropical) y dio lugar a la formación de los suelos altamente
evolucionados de color rojo que (...) se encuentran repartidos por
toda la geografía española.
En
el periodo comprendido entre hace 10.000 y 70.000 años el clima
cambió drásticamente, dando paso a la implantación del último
gran episodio frío cuyas huellas (circos glaciares, valles
glaciares, morrenas, etc.) aún se conservan perfectamente dibujadas
en Sierra Nevada. Incluso en el desierto de Tabernas se pueden
observar morfologías originadas por los procesos de
hielo-deshielo de esta época fría.
En
los últimos 10.000 años el clima sufrió un nuevo cambio. Por un
lado, la temperatura experimentó un progresivo incremento y, por
otro lado, la humedad y la temperatura se distribuyeron a lo
largo del año configurando las estaciones tal y como hoy las
conocemos. Es decir, el clima mediterráneo caracterizado por veranos
secos y cálidos e inviernos fríos y húmedos(...) Es en este
periodo cuando empiezan a aparecer los episodios áridos, el primero
de los cuales parece ser que ocurrió hace aproximadamente unos 7.000
años. (...) Si tenemos en cuenta que la meteorización de los
suelos está directamente relacionada con la actuación conjunta de
la humedad y temperatura, se comprende que, al instaurarse el clima
mediterráneo, dicha meteorización disminuye en el verano por falta
de humedad y en el invierno por bajas temperaturas; lo que, en su
conjunto, se traduce en una menor evolución de los suelos.
En
1878, los trabajos del ingeniero de minas belga Hemi Siret llevaron
al descubrimiento en Almería de una cultura que convivió con los
primeros pobladores de la Península, íberos y celtas. Nos referimos
a la del poblado de los Millares (Santa Fé de Mondújar, Almería),
que data de hace unos 5.000 años y cuyo grado de desarrollo técnico
y cultural sobrepasó los límites de sus murallas y se extendió por
todo el sur y levante peninsular.
Algunas
observaciones realizadas en estos asentamientos indican que el Río
Andarax era navegable desde los Millares hasta su desembocadura. Por
tanto, si bien el clima mediterráneo se instauró hace 10.000 años,
ha debido de experimentar cambios sustanciales a lo largo de todo
este tiempo, ya que en la actualidad el Andarax se ha convertido en
una rambla y sólo lleva agua en los esporádicos eventos
fuertemente lluviosos. (...)
Estos
cambios, como corresponde a los cambios naturales, debieron de ser
muy progresivos y la vegetación tuvo tiempo de ir adaptándose a
condiciones cada vez más secas; de forma que, si bien la naturaleza
de la vegetación fue cambiando, la cubierta vegetal era
relativamente densa y especies como encinas, robles, pinares y
madroños, entre otras, se distribuían por la superficie de la
provincia.
Los
cambios ocurridos a partir de aquí hay que asociarlos a las
particulares condiciones geológicas de Almería, con una actividad
tectónica, volcánica e hidrotermal muy activa. Las inyecciones
hidrotermales a través del complejo sistema de fallas que se creo
por la actividad tectónica y volcánica, dieron lugar a vetas ricas
en los más diversos metales (hierro,plomo, cobre, plata e, incluso,
oro); lo que propició, desde muy antiguo, la importante actividad
minera en la provincia.
Las
primeras explotaciones mineras de las que se tiene constancia son las
del poblado de los Millares, cuyos habitantes descubrieron la
utilidad del metal que dio nombre a su época (La Edad del Cobre).
Posteriormente, las prácticas agro-pecuarias y mineras durante la
época romana deforestaron parcialmente la provincia, desapareciendo
importantes masas de encinas, cipreses y avellanos, al tiempo que se
incrementaron los lentiscos y pinos.
La
devastación agrícola y minera.
En
cualquier caso, el recuento de árboles que se hizo en la provincia
en 1748, (...) dio como resultado la existencia de casi 11
millones de árboles distribuidos entre encinas, álamos, nogales,
fresnos, almeces, sauces, olmos, carrascas, robles, pinares,
quejigos, madroños, alisos, acebuches y serbales. Por tanto, los
bosques de Almería eran aún importantes a mediados del siglo XVIII.
A partir de este momento la entrada del estado liberal puso en
cultivo los terrenos comunales y el desastre no se hizo esperar.
Así,
el alcalde de Dalías (1788) se expresaba en los siguientes términos,
«...con motivo de que de algunos años a esta parte no ha quedado
cerro ni maleza que no se haya metido en labor, las lluvias han
arrasado y cubierto de escombros las haciendas...».
No
obstante el mayor desastre estaba aún por llegar y tuvo su origen en
la pérdida de las colonias americanas con sus ricas explotaciones
mineras. Esto dio lugar a la búsqueda de nuevos recursos que
compensaran las pérdidas, siendo la minería del plomo del Sureste
Español la que se incentivó para equilibrar este déficit
patrimonial.
(...)
La
minería despegó con toda su fuerza en 1820 y en pocos años acabó
con cualquier vestigio de árbol o matojo en las sierras almerienses.
En 1834, los bosques se daban literalmente por arrasados en la
provincia, pero aún quedaban troncos y raíces, llegando incluso a
subastarse las cepas de encinas.
Aún
sin árboles ni raíces, el arranque de la vegetación prosiguió y
así, no teniendo ni madera ni hulla, las zarzas, matas y espartos
servían de combustible. La masiva desaparición de la cubierta
vegetal en un ecosistema ya de por sí muy frágil, dejó desnudos
los suelos y aceleró su erosión bajo el régimen torrencial de
lluvias de esta provincia (Madoz, 1845). Esta erosión hizo que los
suelos perdiesen no sólo nutrientes sino también capacidad de
infiltrar y almacenar agua, de forma que a los pocos días de la
lluvia volvían a estar secos, lo que intensificó aún más la
aridez e hizo que, en el mejor de los casos, las superficies se
colonizaran de un matorral de baja cobertura adaptado a largos
periodos de sequedad (tomillos,espartos, retamas, entre otras
especies). No obstante, este proceso con algunas particularidades, se
puede extender a todo el sureste peninsular, por lo que cabría
preguntarse ¿Por qué es en Almería donde se considera que existe
el único desierto de Europa? La respuesta a esta pregunta hay que
buscarla también en las particularidades geológicas de la región.
Un tercio de la superficie de la provincia está constituida por las
denominadas Cuencas Neógenas que, desde hace 24 millones de años se
fueron rellenando con sedimentos marinos. Las más recientes de estas
Cuencas, como la de Tabernas, empezaron a rellenarse hace 11 millones
de años y están constituidas por sedimentos sueltos susceptibles de
ser fácilmente arrastrados por el agua de lluvia; lo que, unido a la
desaparición de la vegetación y a las lluvias torrenciales, hizo
que en estas zonas se erosionaran completamente los suelos y se
excavaran grandes cárcavas y barrancos separados por laderas de
fuertes pendientes.
En
estas laderas, la erosión es tan intensa que no permite el
enraizamiento de ninguna especie vegetal, por lo que están desnudas
y dan al conjunto del paisaje el aspecto de desierto. A este paisaje
se le denomina con el término anglosajón de badland, que en
castellano se traduce por «malas tierras». (...)
PREGUNTAS:
1.-
Define los términos subrayados del texto.
2.-
¿Qué cambios climáticos ha sufrido Almería durante los últimos
70.000 años?
3.-
¿Qué dos razones da el autor como responsables del aspecto
desértico actual de Almería?
4.-
¿Cuánto tiempo paso desde que empezó el clima árido hasta que se
desarrolló la cultura de Los Millares?
5.-
¿Qué especies abundaban en la provincia en la época de Los
Millares? ¿Conoces sitios donde todavía estén?
6.-
¿Qué evento motivó el desarrollo de la minería del plomo en
Almería?
7.-
Busca en el texto efectos secundarios de la deforestación que ha
sufrido Almería.
8.-
¿Por qué es en Almería donde se considera que existe el único
desierto de Europa?
9.-
¿Qué efectos crees que puede tener el Cambio Climático actual
sobre el paisaje de Almería?
Desde la más absoluta ignoracia, estoy convencido de que este panorama es reversible, si bien se necesitaría el esfuerzo colectivo de todo el país. No solo es Almería, si miramos las montañas que rodean Ponferrada, vemos que no hay apenas árboles, están peladas y ahí si llueve. Lo mismo ocurre en multitud de parajes de la península. Si se empezaran a repoblar progresivamente esas zonas de norte a sur, con especies que generen riqueza, autóctonas y que no ardan como teas, en un par de generaciones volveríamos a tener la Hispania que decían los romanos en la que las ardillas podían atravesarla de norte a sur sin poner sus patas en el suelo. Si, por una vez, los políticos no tuvieran esa visión cortoplacista, nos encontraríamos con una actividad que generaría innumerables puestos de trabajo, llenaría los pueblos y dotaría de una riqueza y calidad a nuestras tierras que sería la envidia y el ejmeplo del mundo.
ResponderEliminarDesde la más absoluta ignorancia, estoy convencido de que este panorama es reversible, si bien se necesitaría el esfuerzo colectivo de todo el país. No solo es Almería, si miramos las montañas que rodean Ponferrada, vemos que no hay apenas árboles, están peladas y ahí si llueve. Lo mismo ocurre en multitud de parajes de la península. Si se empezaran a repoblar progresivamente esas zonas de norte a sur, con especies que generen riqueza, autóctonas y que no ardan como teas, en un par de generaciones volveríamos a tener la Hispania que decían los romanos en la que las ardillas podían atravesarla de norte a sur sin poner sus patas en el suelo. Si, por una vez, los políticos no tuvieran esa visión cortoplacista, nos encontraríamos con una actividad que generaría innumerables puestos de trabajo, llenaría los pueblos y dotaría de una riqueza y calidad a nuestras tierras que sería la envidia y el ejemplo del mundo.
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